hace unos años cambié completamente la forma de pensar la moda.
creo que siempre sentí la necesidad de no abusar de los recursos e intentar respetar el planeta en el que vivimos. aunque, sinceramente, cuando era adolescente tenía esa mentalidad de ‘más es más’ y uf! nada más apartado de la realidad ‘más’ siempre es malo.
es difícil hacer el switch completo. después de todo, soy diseñadora de indumentaria y cómo tal tengo mi responsabilidad frente al desastre que es la industria de la moda ( la #2 más contaminantes).
¿entonces qué ... colgar el diploma y renunciar a mi pasión? no creo que sea el camino, nadie debe darle la espalda a lo que lo mueve.
intente entonces moldear mi proyecto y alinearlo con las siguientes pautas en conducción de esta marca:
local. cada uno de los productos que forman parte de la colección están confeccionados 100% por manos uruguayas. mi intención es fomentar la industria local pero sobretodo seguir en contacto con oficios increíbles, promoviendo y visibilizando el trabajo de artesanos de Uruguay. atemporal.
inversión en calidad, no en tendencias.
cercano.
la nueva normalidad propone el distanciamiento social. en lo personal, me interesa escuchar sus comentarios, crear esta propuesta juntas, recibir su feedback y sentirlas cada vez más cerca. en lugar de bombardearlas con propuestas ‘ x ‘.
slow.
me planteo cada pedido como único y lo trato de esa forma. cada vez que eligen invertir en esta propuesta se están llevando una parte de mi. me enorgullece, es sinceramente un mimo. por esta razón, intento trabajar sobre pre-order, en lugar de crear demanda porque si. ofrecer opciones y personalizar la marca a la medida de uds. esto cambia los hábitos de consumo pero lo único que requiere es un poco de paciencia.
no se trata de tener MIL pares de zapatos, se trata de elegir opciones que cumplan con MIL necesidades.